Hoy queremos compartir con todos vosotros el resultado de nuestro último encuentro de aficionados a la escritura creativa, un espacio dedicado a la expresión literaria y la imaginación. Bajo el lema «Descripción de una escena», nos centramos en una imagen icónica y evocadora: «Automat», una pintura al óleo de 1927 del pintor realista estadounidense de Edward Hopper.
La pintura se exhibió por primera vez el día de San Valentín de 1927 en la inauguración de la segunda exposición individual de Hopper, en las Galerías Rehn de la ciudad de Nueva York. En abril se había vendido por 1.200 dólares. Una chica se toma un café, sentada en un «automat», un local de hostelería típico de los años 20. No había camareros para servir: unas monedas en una máquina y el cliente retiraba su consumición. Es el local perfecto para una de las obras de Hopper, con su gente solitaria que no media palabra con nadie.
No sabemos lo que le pasa a la chica. Hopper, como siempre, da pequeñas pistas. Somos nosotros, espectadores, quienes tenemos que imaginarnos su historia. A la chica no se la ve muy contenta, mira su café en actitud melancólica, va arreglada y quizás tiene una cita (o la ha tenido, y no ha salido demasiado bien). Quizás va o viene de trabajar (estos locales eran típicos para que fueran las mujeres trabajadoras en la época). Quizás es sólo una clienta habitual del local, un autómata ella también, siempre en el mismo sitio a la misma hora. Una hora que no queda tampoco clara. Parece ser de noche, y no hay señal alguna de actividad, ni dentro ni fuera del local…
Todo en Hopper son incógnitas. Aunque muy acertadamente, la revista Time usó este «Automat» como la imagen de portada para una historia sobre el estrés y la depresión en el siglo XX.
Os invitamos, como siempre, a reflexionar: ¿En qué creéis que pensaba la chica del “Automat”?
Nuestro próximo encuentro tendrá lugar el 19 de junio.