Taller de Lectura: “Memorias de Leticia Valle”, de Rosa Chacel

El lunes, 29 de abril de 2024, comentamos en nuestro taller de lectura la novela Memorias de Leticia Valle (1945), de la escritora vallisoletana Rosa Chacel (1898- 1994), que formó parte del grupo de Escritoras y Artistas Olvidadas de la Generación del 27 (Las Sinsombrero). Autora de novelas como, Barrio de maravillas (1977), Acrópolis (1984) y Ciencias Naturales (1988), pertenecientes a la trilogía La escuela de Platón; Teresa (1941), o su obra más ambiciosa, La sinrazón (1961), fue ignorada durante demasiados años. A partir de 1965, nuevos lectores la descubren y, cuando en el año 1970 regresa definitivamente a España, después de un largo exilio, su obra es recuperada, se reconoce su sólida formación intelectual, la maestría de su prosa descriptiva y el profundo análisis psicológico de los personajes que lleva a cabo en sus novelas.

En nuestro taller hemos intentado profundizar en los valores simbólicos que contiene Memorias de Leticia Valle, en las referencias autobiográficas, fuentes literarias en la que se inspiró Rosa Chacel y sobre todo, en la búsqueda de identidad de la mujer en la sociedad y en la cultura de los primeros años del Siglo XX (Los hechos relatados se sitúan hacia 1910), a través de Leticia Valle, la protagonista y narradora de esta novela, a punto de cumplir doce años en el momento de los hechos que ella relata un año después. Ella oscilará entre dos polos: el mundo del pensamiento y la razón, asociado tradicionalmente al hombre, representado en don Daniel y el ideal femenino, la ternura y la espiritualidad, en doña Luisa ambos personajes tratarán de “seducirla” con gran empeño.

Es una novela de silencios, de secretos y de elipsis, que requiere la constante atención del lector, con un tenue hilo narrativo que sirve como pretexto para mostrarnos los estados de ánimo de los personajes, sus sensaciones y pensamientos, a través del punto de vista de Leticia.

Caminamos con Leticia Valle, tanto por las visiones y ensimismamientos contemplativos de su infancia vallisoletana: No sé si a todas estas cosas que yo imaginaba en el pasaje (Pasaje Gutiérrez) se les puede llamar la Historia. Porque en todas partes tenía estos ensueños; como por sus profundas ansias de conocimiento durante su estancia en Simancas: Yo estudiaba, centuplicaba mi esfuerzo y con buen resultado; pues bien, en vez de permanecer concentrada o absorbida por el estudio, mi habitual multitud de ideas laterales me zumbaban alrededor; sobre todo las que parecían de las experiencias recién adquiridas.

 

Una relectura muy provechosa de esta gran novela de Rosa Chacel, por la variedad de opiniones que planteó en el taller de lectura del lunes, 29 de abril.

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